martes, abril 25, 2006

El síndrome de la marmota (o 1,2,3...flex)

La semana pasada, comiendo con mi familia recordamos cómo, cuando era pequeña me quedaba dormida en cualquier lado.Que íbamos a cenar: me quedaba sopa, que íbamos (bueno, mis padres) a una reunión digamos...más animada: me quedaba frita. Hasta llegaron a decir a mi madre que si no les daba pena (un ángel como yo...en fin...).
Pero no te creas que estamos hablando de trasnochar, no. A eso de las nueve, el mecanismo que me hacía persona se apagaba y 1, 2, 3...Flex, a sobar.
Y no es que yo sea una vaga, cansina...es que es genético, que mis genes tiran mucho de mi, que le voy a hacer.
Lo curioso (y a pesar de la vergüenza lo voy a decir) es que ahora me pasa igual.Los días de diario (que no fines de semana ni vacaciones), a eso de las once, el mecanismo que me hace persona se apaga y 1, 2, 3...Flex, a sobar cual marmota de campo....zzzzzzzz...

"Sueño no soñar tanto,
resistir al silencio y al olvido.
La ciudad transcurre
como un viento de sombras alborotados.
Somos hombres nuevos,
nocturnos trovadores de fantasía"
El desván del duende

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