La GMC

Coge su dedo y a la faena: Pito pito gorgorito dónde vas tú tan bonito, a la era verdadera pim pom... fuera ¡zas!, te ha tocado. Ese mismo dedo te machaca y te hace migajas, de tí sólo queda polvo.

La cosa es peor de lo que parece, resulta que el propietario de este dedo -que no es Dios, si no el azar, la genética o algunas otras muchas condiciones- está obeso. Está rechoncho, y como tal tiene un dedo que bien pudiera ser una hermosa butifarra. Como consecuencia de esto, a tí te deja pa' los pollos y al círculo que te rodea lo aplasta.

Pero ahí no acaba todo, porque esta Gran Mano Cabrona (GMC) no se cansa con facilidad. De hecho, su actividad es tal que acongoja. Pues resulta que coge la morcilla -dedo contiguo a la butifarra- y...otra vez pa' abajo. ZAS.

Sabiendo que los dedos son contiguos y que están realmente fofos, no es difícil imaginar que se solapan. Y que por tanto, se solapan los círculos aplastados. Y que por tanto, una parte de estos círculos recibe el doble de peso.

Pues sí, a veces no solo son dos los dedos que se juntan, a veces son más.

Aunque, bien pensado, tarde o temprano, la GMC se cansará. Y será tal el alivio...ain, qué alivio, qué regocijo, qué alegría y qué alboroto.

"Me gusta la lluvia

porque moja a todos por igual,

seas rico o pobre, legal o ilegal"

Furia Urbana (Esperando nada)