Céntimo a céntimo consigues reunir 60. En concreto 50 en monedas un poco más aceptables y 10 en monedas de 1ctm.
Rebosas alegría al haber juntado ese dinero porque crees que en la máquina del vestíbulo, el Kinder Bueno que se te ha antojado, cuesta ese precio exacto.
Pero llegas a la máquina y te das cuenta de que no todo te podía salir bien, cuesta 70 cts. Bajón. Buscas, con el estómago rugiendo, algo que te convenza y a regañadientes escoges esa triste y seca magdalena. Qué remedio.
Metes monedas, 10, 20...31, 32...no. Mierda, la máquina no acepta chusma.
Triste y sola (sin comida que es lo único que deseas como compañía)recoges la calderilla y...¡sorpresa! ¡con tus céntimos te llevas una moneda de 20 de alguna estupenda persona! ¡20 cts! ¡20 + 50 = 70! ¡70 cts! ¡un Kinder Bueno!
La vida a veces, ¿no es maravillosa?